En el contexto de México, Centroamérica y EE.UU., consideramos (mayoritariamente) la migración como migración forzada, es decir, aquella que se acepta como último recurso para garantizar la supervivencia. En este caso, la migración es consecuencia de estructuras de dependencia económica y política, así como de la desigualdad de oportunidades de desarrollo de las personas y/o de la violencia en los países de origen. Teniendo esto en cuenta, presentamos y analizamos diversos procesos migratorios.
A partir de julio de 2024, participamos con la red BER en un proyecto de hermandad de ciudades con organizaciones en Namibia, Indonesia y Alemania, desde el punto de vista de los procesos migratorios.