Seguimiento del TPP desde Berlín

Seguimiento del TPP desde Berlín

Heredero de la tradición iniciada por Bertrand Russell y los juicios contra los crimines norteamericanos en Vietnam, El Tribunal Permanente de los Pueblos es un intento por derribar la trampa territorial que supone reducir el Derecho a su entendimiento Estatal. Si es cierto que la soberanía recae en una autoridad determinada (Dios, El rey, la Nación…) cuya representación es asumida por un gobierno determinado, también es cierto que esa “representación” interpreta el derecho y lo ejerce también a conveniencia. El corolario es sencillo: el surgimiento de otras autoridades éticas y críticas que al exterior del Estado sean capaces de cuestionar ese resultante del equilibrio de fuerzas en una sociedad que es El Derecho, se vuelve necesario.

El caso del Estado Mexicano es aún más complejo. Aquí se vuelve imposible diferenciar analíticamente al crimen organizado de la propia estructura estatal. No son dos actores distintos, sino lógicas que conviven en relación simbiótica permanente. Ahí están representantes del viejo régimen, élites empresariales y trasnacionales y, sobre todo, redes informales cuyas relaciones alimentan el comportamiento del conjunto del Estado. Las instituciones formales, un régimen de partidos relativamente plural y los organismos públicos-autónomos no son, por el momento, suficientes como para modificar la relación de fuerzas al interior del Estado. Son, en la mayoría de los casos, sólo entes que terminan por legitimar el cúmulo de injusticias que toman lugar en México.

Así, la convocatoria realizada en 2010 por un grupo de organizaciones sociales para abrir una sección México del Tribunal Permanente de los Pueblos (TTP) se entiende como una forma de 1) hacer evidentes hacia el exterior las relaciones (y no sólo “complicidades”) entre instituciones estatales, organizaciones criminales en México y transnacionales legales a través de tratados de libre comercio. 2) denunciar los crímenes ecológicos, económicos y humanos que se suceden en México. 3) luchar por la modificación de reglas de convivencia 4) ser espacio de visibilidad y toma de palabra.

El TTP como tribunal ético, autónomo y por naturaleza trasnacional está compuesto por 130 jueces y defensores de derechos humanos que provienen de muchas partes del mundo. Se trata de un esfuerzo por parte de un organismo internacional no gubernamental que funciona desde 1979 como alternativa para aquellos que no encuentran respuestas ni oídos institucionales a nivel nacional, continental o internacional. El TTP no aspira a suplir las cortes ya constituidas pero sí a mostrar sus claras limitaciones, sus interpretaciones (neo) liberales de la justicia y sus claros sesgos ideológicos. Ahí está, por ejemplo, la Corte Penal Internacional que evita sistemáticamente pronunciarse contra crímenes económicos al suponer que los Estados tienen autonomía interna para abordar sus políticas para regular la escasez como si el enlace trasnacional de las políticas neoliberales estuviera fuera del campo de lo juzgable[1].

Desde el 28 de mayo de 2012 en que celebró la Audiencia Inaugural del Tribunal hasta principios de 2014 cuando toda la información fluirá en una Audiencia Final. El marco general del tribunal está dado por: libre comercio, violencia, impunidad y derechos de los pueblos. Los diferentes tribunales se informarán, analizarán y juzgarán en siete audiencias con el mismo número de temas: 1) Guerra sucia como violencia, impunidad y falta de acceso a la justicia 2) migración, refugio y desplazamiento forzado 3) feminicidios y violencia de género 4) violencia contra los trabajadores 5) violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía 6) violencia contra el medio ambiente 7) desinformación, censura y violencia contra comunicadores.

Al interior de cada audiencia temática (organizada por los promotores de la Sección México TPP y por los impulsores de la audiencia determinada[2]), individuos y organizaciones sociales presentarán denuncias puntuales (los casos serán entendidos como campos problemáticos y no sólo como violaciones particulares de determinados derechos[3]) contra individuos, empresas, funcionarios gubernamentales etc…que –una vez notificados por el propio TPP– podrán participar en su defensa. Los resultados preliminares del juicio serán dados a conocer al tercer día de audiencia y en 2014 se ratificarán en la Audiencia Final.

México via Berlín en torno al TPP

México via Berlín en su carta fundacional como un objetivo fundamental: influir en la interacción e intercambio de ideas entre diferentes actores políticos nacionales e internacionales en temas relacionados con México. Con influir queremos decir: ayudar a fijar los parámetros de los debates alrededor de México y participar en todo el cinturón de formulación de políticas. Eso significa, por supuesto, academia, espacio público y tomadores de decisiones. También significa crear diálogo que lo mismo alcance a los expertos que a quienes apenas se interesan por el tema, a los grandes políticos y al ciudadano común, a las grandes organizaciones políticas y a las incipientes estructuras vecinales.

Tenemos claro que los límites del TPP son evidentes: no puede ejercer ninguna influencia que no sea la que la opinión pública le pueda garantizar. Es decir, necesita del apoyo operativo y el sentido de la sociedad civil organizada. La responsabilidad y valor intelectual de los participantes en las audiencias, su sentido crítico y el esfuerzo de documentación no tienen sentido si el proceso deliberativo no es abierto al espacio público.

Por otro lado, México via Berlín funda su entendimiento de la realidad social actual en la premisa básica de que los problemas naciones (y sus soluciones) no se entienden sin las interacciones con el exterior. Esa misma comprensión está explícita en la plataforma de la Fondazione Lelio e Lisli Basso Issoco (la organización que da forma al TTP), implícita en cada uno de los 23 artículos que componen al Tribunal Internacional y de manera clara en los 37 documentos que desde 1979 han sostenido las diferentes resoluciones del Tribunal.

Así las cosas, al TPP y a México via Berlín los vinculan tres cosas. 1) la comprensión de que la Idea sólo cobra importancia cuando se asume a la esfera pública 2) el diagnóstico trasnacional, crítico y con nuevas herramientas de lo que se sucede en México. 3) una mirada crítica y de izquierda ante los problemas del mundo. 4) la pretensión de imaginar un futuro radicalmente distinto.

Si es cierto que la globalización ha sido cooptada en gran medida por las fuerzas del marcado, también es cierto que las fuerzas de izquierda pueden y deben aprovechar los espacios donde el propio sistema llega a tensionarse.

El proyecto

El Tribunal Permanente de los Pueblos decidió activar el Capítulo México en octubre de 2011. Desde entonces se han celebrado una serie de Audiencias para presentar la “Acusación general de la sociedad mexicana ante el TPP” cuyos dictámenes fueron presentados en Ciudad Juárez, Chihuahua entre el 27 y el 29 de mayo de 2012[4]. Las más de 300 organizaciones presentes (entre ellas México via Berlín) se comprometieron a llevar al espacio público lo dicho durante esos días, a construir con testimonios, datos y justificaciones las Audiencias Generales, a hacer propios diagnósticos de la situación actual del país y a publicar los resultados de sus deliberaciones. México via Berlín hace lo suyo al convocar a la sociedad civil alemana, mexicana e internacional y a ciudadanos a título personal a participar en una serie de eventos que girarán en torno a las actividades del Tribunal Permanente de los Pueblos, Capítulo México, sus fundamentos y resoluciones.

Entre nuestros objetivos al dar seguimiento al TPP están:

• Aportar a la ya histórica discusión sobre la importancia de la existencia de organizaciones trasnacionales capaces de sobrepasar la frontera estado-nacional para juzgar las injusticias que toman lugar al interior de esos límites.
• Exponer ante la sociedad civil alemana, mexicana e internacional –a partir de los casos en proceso de juicio del TPP– las múltiples violaciones a los derechos humanos que se suceden en México por pate del propio Estado, las redes informales que en él participan y actores ilegales.
• Dar a conocer a la sociedad civil alemana, mexicana e internacional los casos de resistencia de periodistas, organizaciones sociales y hombres y mujeres ante las embestidas del propio Estado y el mercado, mostrando la vinculación esencial entre actores nacionalese internacionales.
• Difundir y dar seguimiento a los resolutivos, casos y procesos deliberativos del Tribunal Permanente de los Pueblos, Capítulo México.
• La creación de pensamiento crítico que tenga en lo trasnacional y en el cuestionamiento del orden capitalista su foco central.

México via Berlín,
Agosto de 2012

Notas:

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